El diseñador

El diseñador debe determinar las características del libro: las medidas de la pagina, el tipo y tamaño de la letra que ha de ser utilizada para reproducir el texto y su ubicación en la pagina, la medida de los márgenes, el espacio entre líneas, la colocación de títulos, capítulos, y números de pagina; el plan de ilustraciones y tablas; el tipo de papel en que se ha de imprimir; la clase de encuadernación; el papel o tela que se utilizara en la cubierta, y los mil y un detalles que inciden en la apariencia del libro.
El diseñador busca proyectar en un libro que a la vez sea atractivo y logre transmitir las ideas del autor y el ilustrador de la manera más clara e inteligente posible.
En el diseño del libro, el diseñador trata de equilibrar: que el diseño sea apropiado para el tema del libro, que tenga tractivo artístico, claridad e inteligibilidad para el lector, la economía tanto de la editorial como del consumido, y viabilidad desde el punto de vista de la impresión.

Cálculo del tamaño del libro

El diseñador necesita conocer la cantidad de letras que tiene el manuscrito para pensar en diferentes diseños, el tamaño de los tipos, si las páginas serán grandes o pequeñas, con márgenes estrechos o amplios y poco o mucho espacio entre los renglones. Una forma de obtener este cálculo es contar las palabras que aparecen en el manuscrito.

El diseño básico

La mayor aportación que el diseñador puede hacer al público es encontrar una presentación atractiva, legible y nítida a un bajo costo para la editorial que se traduzca en un menor precio al comprador.
Los cuatro aspectos relacionados con la letra—figura, tamaño, longitud de línea e interlínea—afecta el diseño de la página. Ello implica determinar las medidas de los márgenes laterales, superior e inferior, la ubicación de los números de pagina y (si se emplean) las cornizas, es decir, el titulo del capitulo que aparece en todas las páginas o alternado con el libro o nombre del autor.

Trabajo artístico

Si el libro incluye ilustraciones, mapas, cartas, o tablas, el diseñador tendrá que enfrentar una gran variedad de problemas adicionales. Las tablas enviadas al tipógrafo deben de ir acompañadas de instrucciones acerca del tipo de letra que se ha de utilizar, así como su acomodo. Si además el manuscrito cuenta con ilustraciones elaboradas que el editor ha decidido incluir, las decisiones al respecto pueden reducirse las indicaciones de cómo han de ser impresas y su ubicación en el libro.

Diseño de portada y forros

Las partes del libro que despiertan mayor interés en los diseñadores, son la portada, el forro exterior, y la página que abre cada capitulo. El reto de diseñar el forro de un libro consiste en crear algo que atraiga la vista y al mismo tiempo resulte económicamente viable. El diseño del forro puede ser el factor determinante para el existo o el fracaso del libro en caso de distribución masiva.

Procesos de impresión

*Tipografía: la primera elección que afecta el espacio tipográfico es la técnica con que serán compuestas las palabras para ser impresas. Estas pueden componerse mecánicamente, por procesos fotográficos, con maquina de escribir, utilizando procesadores de texto, colocando letra por letra a mano, o dibujando cada una de ellas manualmente.
*Impresión: si el libro no incluye ilustraciones, la impresión debe terminarse en función de la tipografía empleada, o tomando en consideración los costos, la calidad requerida o los equipos disponibles. En cuanto las ilustraciones, el diseñador deberá con mayor razón considerar los más adecuados procedimientos de impresión o combinación de ellos.
*El papel: la elección del papel depende en parte del procedimiento con que se realizará la impresión. Independientemente de la calidad, existen algunos tipos de papel adecuados para determinados procesos de impresión, pero no para otros.
Encuadernación: la principal decisión en lo que respecta a la encuadernación—si el libro llevará pasta dura, blanda o ambas---generalmente toma en cuenta los aspectos comerciales, en función de costos de producción, precio al público, promoción y demás.


Entre las cosas que un diseñador puede hacer para mejorar su propio trabajo son: aprender todo lo posible acerca de los procesos de impresión, sobre todo acerca de los nuevos avances que introducen las imprentas locales; estudiar buenos ejemplos de arte grafico procedentes de tantas fuentes como sea posible.


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